17.12.06

Impresiones desde la piscina


Hoy he ido a la piscina, después de casi dos semanas sin ir (por pura vagancia, no porque estuviera ocupada). Como siempre que voy, la gente que veo en la piscina me ha causado impresión.

Por un lado, están los cuerpos, tíos con buen tipo, de espaldas anchas de tanto nadar. Con el gorro, las gafas y la cara de esfuerzo no puedo decir si son guapos o no, pero en general nunca me parecen gran cosa. Varios de ellos tatuados (brazo, hombro o espalda). Normalmente los cuerpos son también nadadores (es decir, nadan muy deprisa y en general con un estilo bastante bueno). Dentro del grupo de los nadadores, sin embargo, hay dos subgrupos no pertenecientes a los cuerpos, los barriguitas y los osos (creo que no hace falta que explique el por qué de estos apelativos).

Sin embargo, el grupo que más impresión me causa es el de la gente con sobrepeso (no unos quilos de más, sino gente con obesidad mórbida, seguramente con problemas de salud a causa de ese sobrepeso). Generalmente este grupo se pone en el primer carril (o si hay clase de acuáticos, hacen la sesión). A veces me pregunto cómo llegaron a esa situación. Sé que coger quilos es muy fácil (yo tengo mucha tendencia), pero ¿30 o 40 quilos de más?

En fin, no sé si ellos son felices o no, lo único que sé es que yo no quiero llegar a ese extremo, así que sigo nadando y me digo: “mañana he de volver sin falta”.

5.12.06

Pardilla


En el último año, gracias a las nuevas tecnologías (léase internet) he conocido a bastante gente de fuera de mi entorno (familia, amigos de los estudios, vecinos y gente relacionada con mi trabajo). Con algunos he logrado una amistad, otros han pasado sin pena ni gloria y unos pocos me han dejado muy mal sabor de boca.

Hablando, hablando con estos nuevos conocidos, el tema del sexo es algo que surge a menudo. Con algunas personas lo corto enseguida, porque no me interesa ir por ese camino, en cambio, con otras, he tenido conversaciones realmente interesantes. A raíz de estas conversaciones me he dado cuenta que todavía me quedan muchas cosas por probar, la mayoría de ellas, por lo que parece, no tan poco habituales.

Yo me consideraba una tía bastante avanzada en estos asuntos, supongo que por comparación con mis amistades, que o bien tienen pareja desde tiempo inmemorial o nunca se les ha conocido ni pareja, ni ligue, ni nada por el estilo. El caso, es que me he dado cuenta que en realidad soy una pardilla sexual (eso o la gente se tira unos faroles de órdago).


En fin, que en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey.