29.5.07

Tigre y ratón

El sábado pasado, a las dos de la madrugada, iba caminando por una calle desierta que no había pisado en mi vida y lo vi: un pequeño ratón subió por la pared del bloque de su casa, para esconderse detrás del rótulo luminoso. No sabía que los ratones subían paredes, pero de repente mi sexto piso ya no me pareció un lugar a prueba de ratones.

Quizás no fuera su bloque, sino el anterior, y quizás no fuera un ratón, sino una lagartija, pero me dio la impresión de estar en una película subrealista, con un toque a lo Tigre y Dragón o a lo Matrix, con paseos imposibles por las paredes.

Dice Confin que los gatos están desapareciendo. Quizás por eso los ratones escalan paredes.

18.5.07

No me acostumbro a que me dejen plantada (o a que me cancelen los planes, puesto que avisen o no, el resultado es el mismo).

Primero me invade un sentimiento de rabia (plantón otra vez, no me lo puedo creer). Luego, llega la tristeza, algunas veces las lágrimas, y la promesa de que no dejaré que vuelva a afectarme así, que como en el cuento de los tres cerditos, esta vez levantaré un muro de sólido ladrillo que me proteja de cualquier tormenta.

Y sonando de fondo, la misma pregunta de siempre: What’s wrong with me? (y no sé por qué, esta pregunta siempre me resuena en inglés).

12.5.07

Placeres

Las fresas con nata están bien. Con yogur natural (sobretodo griego) también. Pero las fresas con leche condensada son algo realmente tremendo, un placer para el paladar. Además, si tenéis más de 30, el sabor os llevará directos a los años de vuestra infancia, cuando le dabais un lingotazo a escondidas al bote de leche condensada.

Simplemente delicioso (permitido rebañar el plato con la lengua).

8.5.07

Pescando tiburones

Tengo que leer Moby Dick. Creo que soy como el capitán Ahab, persigo algo que sé que me va a destruir (la diferencia, por lo que parece, es que yo al menos no arrastro a nadie a la ruina con mi obsesión).

Hay noches en las que dejo mis aparejos de pesca tendidos. Si tengo suerte algunos peces pican, pero como estoy durmiendo, ni me entero, se sueltan y por la mañana es como si no hubiera pasado nada.

Otras noches también pica Moby Dick, aunque para mí, más que una ballena blanca, es el tiburón que me arrancó el corazón. A veces, incluso, despierto de mi sueño intranquilo de pura casualidad, salgo de la cama, le veo mordiendo el anzuelo y me enfrento a él, siempre para perder.

La batalla está perdida de antemano, pero en mi cabeza le doy mil vueltas, imagino todas las variantes, incluso salgo vencedora. Simplemente, todavía no entiendo por qué me levanto y vuelvo al ring en lugar de salir corriendo para siempre. Quizá la lectura de un clásico me ayude, pero sólo quizás.

6.5.07

Preguntas

A mi amiga M un chico que conocimos en Sevilla en Feria le ha pedido para salir. Lo de chico es un decir (38 tacos se gasta el tío).

Yo me pensé que esto de preguntar a una chica si quiere salir contigo ya no se llevaba. M me ha confirmado que no le había pasado desde los 16 (y de eso ya ha llovido mucho).

Por un lado está bien, te evitas malentendidos, el tío ha enseñado sus cartas totalmente. Por otro, te deja poco margen de acción para descubrir si el otro te gusta y dejarlo en caso negativo sin que eso suponga una ruptura (puesto que no había relación). Para mí, tan horroroso como cuando alguien te pregunta si te puede besar. Si quiere un beso, que se tire a la piscina y te lo robe.

1.5.07

Feria


La semana pasada estuve en la Feria de Abril de Sevilla. Para mi gusto demasiado alcohol (y encima del que no me gusta: finos, manzanilla y rebujito, que a pesar de ser vinos blancos, son secos).

Eso sí, merece la pena ver el ambiente, sobre todo si puedes entrar a las casetas privadas. Y si encima vas con el traje de flamenca y hasta te paran por la calle para hacerte fotos, pues mejor que mejor.

Creo que el año que viene no volveré.