30.7.08

La ley de la atracción

Doy las gracias porque soy una persona con muchísima suerte. Siempre he conseguido lo que quería, por lo cual estoy agradecida. Cuento con una buena genética, he tenido una buena educación y la motivación suficiente para seguir aprendiendo después de la escuela. También doy las gracias por tener muchos amigos y conocidos con los que mantengo interesantísimas conversaciones y que me inspiran enormemente.

Ahora quiero un compañero de viaje. No para un viaje en particular, sino para el viaje de toda una vida. Que me acompañe aquí y en mi exploración del mundo. Alguien con el que hacer escapadas románticas los fines de semana, alguien con quien descubrir París, alguien que comparta sus días y sus noches conmigo.

Ese alguien es divertido, buen conversador y ocurrente. Se cuida físicamente, es alto, delgado e inmensamente atractivo. Besa de fábula y es un amante excelente. Él será el padre de mis hijos y junto a él envejeceré. Él es la persona que siempre estará a mi lado cuando la necesite y *confío en él plenamente. Nuestra adoración es mutua.

¿Ha quedado claro lo que quiero?

22.7.08

Batiendo records

Hoy he batido mi record de gasto en la farmacia: 171,90 €. Un 70% de este gasto tiene su origen en el mosquito portador de la malaria: las pastillas antimalaria, el relec y la vitamina B1. Y encima ninguno de estos remedios te asegura quedar libre de riesgo al 100%, grrrr.

20.7.08

Generosidad

A principios de este mes tuve domingo de playa y pollo en casa de C. Al evento acudió un nuevo amigo de A, un médico. Como C se acaba de quedar embarazada, salió el tema de la compatibilidad sanguínea, y el médico va y nos suelta que el donante universal es el grupo O+.

¿Cómo? Yo hubiera jurado y perjurado que el donante universal era el grupo O- (como el de una servidora). Se lo comento al médico y me dice que no. Opto por callarme, puesto que en este caso, aunque hubiera apostado cualquier cosa, discutiendo de temas médicos con un médico tienes todas las de perder.

Ya han pasado varias semanas, y hoy me he decidido a buscar información. Confirmado, el donante universal es el O-, así que en mi presencia no hay que preocuparse por la necesidad de una transfusión, la compatibilidad está asegurada (eso sí, de momento es mejor esperar unos meses por el tema de las vacunas). Lo que sucede es que el porcentaje de población con Rh- es muy bajo, así que supongo que por eso el médico estaba confundido.


No he encontrado los datos para España, pero si no recuerdo mal de cuando le grababa las lecciones de ginecología para el MIR a G, el porcentaje de Rh- en España es del 15%, aunque en el País Vasco es del 45%. He encontrado datos para otros países, y he visto que si voy a Corea o Hong Kong estoy jodida, porque el porcentaje de O- no llega ni al 0,5% (el donante universal sólo puede recibir sangre de su mismo tipo).

Buscando, buscando también he encontrado otra información curiosa, que habla de los grupos sanguíneos y la evolución. Respecto a mi grupo dice:


Tipo O: Es el tipo de sangre más antiguo y más básico superviviente de la cadena alimentaria, con un sistema inmune resistente e ingobernable, dispuesto y capaz de destruir a cualquiera, amigo o enemigo.

Quizás mi tipo sanguíneo contenga la explicación a mi forma de ser, una contradicción: donante universal, pero capaz de destruir a cualquiera.

19.7.08

Reflejo

Hace ya dos o tres semanas, haciendo zapping después de ver un DVD, vi un trozo de entrevista con el payaso Jango Edwards. Jango hablaba sobre el amor, y decía que para amar a alguien, primero hay que quererse a uno mismo, pero para eso hay que mirarse al espejo y verse tal como uno es, y puede ser que a uno no le guste lo que ve en el espejo.

Yo la verdad es que estoy acojonada, aunque no me da tanto miedo ser yo la que vea mi lado oscuro, sino que lo vean los demás y eso haga que no me quieran. Quizás mi miedo es exagerado, y mi lado oscuro es simplemente gris, como el de cualquier otra persona. Supongo que hasta que no me arme de valor para mirar no podré saberlo.

16.7.08

Verbalizando

Poner en palabras las sensaciones o los sentimientos es una de las cosas que me resultan más difíciles. Y el grado de dificultad aumenta según se trate de ponerle palabras en tu cabeza, ponerlas por escrito o decirlas en voz alta.

Verbalizar, sin embargo, ayuda a clarificar. Una palabra es una etiqueta y si consigues dar con la palabra o el conjunto de palabras adecuados, ya tienes el sentimiento etiquetado, clasificado y por tanto, bajo control. En mi caso, como siempre, se trata de tenerlo todo bajo control.

Ayer me preguntaron ¿te has enfadado?. Claro que no me había enfadado, aunque evidentemente no me había gustado leer lo que me habían dicho. ¿A quién le gusta enterarse de que no es suficiente? Es curioso, pero duele más quedarse al límite que no tener ninguna posibilidad.

A pesar de mi apariencia dura y cerebral, todo mi entorno me afecta sobre manera. Las palabras, los tiempos e incluso la disposición de las cosas. Supongo que por eso me gustan las rutinas, ya las conozco, no disparan en mí un análisis de la situación, le permiten un descanso a mi cerebro revolucionado.

Otra ventaja de verbalizar, en este caso únicamente cuando lo hago por escrito, es que me quito las cosas de la cabeza. Si dedico un tiempo a plasmar lo que tengo dentro, ya puedo desechar la idea sin miedo a perderla y que luego sea útil en un futuro. Cuando quiera volver a ella, sólo he de revisar el blog. No poder recordar, aunque muchas veces sería una bendición, es uno de mis mayores miedos. Supongo que por eso he desarrollado mi fotocompulsión, por eso me cuesta tirar cosas, por eso escribo.

Y ahora vendría la frase de la conclusión. Una de mis típicas preguntas para dejar al lector con algo en que pensar o una reflexión de cosecha propia, pero hoy, no sé por qué, no se me ocurre nada suficientemente catchy.

13.7.08

Croqueta

Cuando era pequeña iba con mis padres y hermanos a la playa. Siempre íbamos por la tarde, para evitar las quemaduras del sol, puesto que en mi familia tenemos la piel muy clara. Nos llevábamos los flotadores, los cubos, las palas, el termo floreado con agua y supongo que un montón de cachivaches más que no recuerdo.

Lo que sí recuerdo claramente es que mis padres no se pringaban nunca de arena. A la hora de marcharnos, cogían los cubos, los llenaban de agua y nos quitaban la arena de encima. Luego, nos cogían en brazos y nos llevaban en volandas hasta fuera de la playa. En aquella época pensaba que el no pringarse era debido a que mis padres eran mayores (aunque ellos todavía no habían cumplido los 30 años) y que los mayores no se pringaban como los niños pequeños.

Han pasado muchos años desde entonces, y ahora con 37, me doy cuenta que la edad no tiene nada que ver. Cada vez que voy a la playa acabo croqueta, totalmente rebozada de arena, con la diferencia de que ahora nadie me la quita con el cubo de agua y me lleva en brazos hasta un lugar seguro.

12.7.08

¿Renovarse o morir?

Mis amigas me dicen que he de renovar la cartera (de ligues). Yo, sin embargo, regreso a lo viejo y conocido, aunque sepa que es malo y que no me conviene. Vuelvo a hablar con él, aunque con mucho cuidado, midiendo cada una de mis palabras, analizando cada una de las suyas.

Ayer le dije que él me parece un rompecabezas y que quería saber qué es lo que quiere de mí. Supongo que me dijo mentiras, como siempre, pero suenan tan bien que reconfortan. También le dije que era un cabrón y que me resultaba irresistible. Eso le gustó.

A veces me maravillo de mí misma, y eso también se lo dije.

8.7.08

Cayendo en la tentación

Este año había decidido no ir de rebajas por aquello del reduce (por un lado la cantidad de ropa que tengo a base de tirar ropa vieja y no sustituirla por ropa nueva y por otro lado, el más literal reduce los centímetros que te sobran antes de comprarte una talla más).

Al igual que con el peso, otro fracaso más. Hoy me he comprado dos pantalones y tres camisetas, y en lugar de ir a la piscina, esta tarde me he pegado una siestorra de dos horas.

Todavía estoy a tiempo de salir a correr e incluso de llegar a la piscina, pero seguro que encuentro alguna excusa para no hacerlo. Al menos mañana he quedado en el gim con MD.

3.7.08

Grandes frases

Hace un rato, cuando salía de echar el euromillón (esta semana SÍ), he escuchado una frase que me ha impactado: Para morirse hay que estar vivo. Pues lleva toda la razón.