31.5.09

Rápido...lento

Han pasado ya cinco meses desde que comenzó el año. Estos cinco meses han pasado en un suspiro. Nunca había tenido la sensación de que el tiempo pasaba tan deprisa. Cierto es que he estado más ocupada que habitualmente (sólo hay que ver la poca producción del blog en los últimos tiempos).

Sin embargo, la velocidad a la que pasa el tiempo no es uniforme. En el último mes ha habido días que se me han hecho eternos. Los días en los que cada 5 minutos miraba el móvil para comprobar si había recibido mensaje o llamada. Los días en los que sin poder dormir en la cama comprobaba en el reloj-despertador que sólo habían pasado 10 minutos desde la última vez que lo miré.

Este fin de semana está siendo eterno, especialmente por las mañanas, cuando sé que todas las personas con las que puedo hablar están todavía durmiendo. Ahora mismo necesitaría un abrazo, unas palabras de consuelo, oír un no te preocupes, todo saldrá a la perfección. Tendré que esperar a que el mundo se levante, cosa que los domingos pasa más tarde.

29.5.09

¿Incontinencia verbal?

El otro día quedé con mi amiga IV. No sé por qué, pero ella siempre consigue que me abra y le explique cosas que llevaba dentro. Cuando estaba contándole lo que me pasa últimamente hizo un inciso: Si quieres que algo no se sepa, no se lo cuentes a nadie.

La verdad es que tiene razón. Mi historia quedó sin acabar. Bueno, de hecho le conté un final falso, que no sé si tragó o no, tampoco tiene importancia. Creo que ya lo he dicho alguna vez, y si no, lo digo ahora. Explicar mis problemas a alguien a mí no me ayuda especialmente. Me ayudaría si me dieran la receta mágica para solucionarlos, cosa que es imposible, pues dicha receta no existe.

Dicen que quedarse las cosas dentro no es bueno, pero también hay está el dicho de por la boca muere el pez. En fin, como casi todo en esta vida, un dilema. Explicar o no explicar, esa es la cuestión.

20.5.09

Una de dos

ER: Si alguna vez tenemos una canción, será ésta
Yo:.. ah, sí, ya sé
ER: Shhh, escucha