27.1.08

Efecto óptico

Cuando vuelvo a ver a personas que hace bastante no veía, suelen repetirme que me ven más delgada. Esta semana ya me ha pasado con tres personas (y eso que hoy es miércoles por la mañana).

Esta percepción, sin embargo, está totalmente alejada de la realidad. La báscula indica que peso más (habrás ganado músculo, dicen algunos, aunque hace casi un mes que no piso el gim), y la ropa me va más justa (dudo que de repente toda mi ropa haya encogido).

¿Puede ser que el recuerdo que dejo en las personas sea el de una persona más oronda y se sorprendan luego al verme al natural? Yo personalmente creo que el tema está en que mis conocidos saben que me preocupo por mi peso, y cuando ven que sigo más o menos como siempre (kilo arriba kilo abajo), pues deducen que he adelgazado. La enseñanza: hay que fiarse sólo de los datos objetivos y cuantificables y no de las percepciones.


PS: Aunque estoy posteando en domingo, esto lo escribí el miércoles entre clase y clase, pero hasta ahora no había conectado el portátil

20.1.08

Días

Hay días en que sientes una opresión interior, un desánimo, un bajón, y por mucho que te empeñes en sonreír, que le pongas buena cara al mal tiempo, la opresión, el desánimo, el bajón, siguen ahí.

Hoy es uno de esos días, y encima un día en el que los planes se van torciendo. Lo bueno de hoy es que se acaba en unas horas y mañana será otro día.

1.1.08

Usos prestados

En 2007 he tenido la suerte de poder visitar dos paises budistas.

Durante estos viajes (uno de ellos todavia no ha terminado, y por eso escribo sin acentos) he practicado los rituales locales para atraer la buena suerte o para quitarme los malos pensamientos de encima. En Mongolia, tirar una piedra a un ovoo y dar tres vueltas alrededor para tener un buen viaje, y en sus templos budistas hacer girar una especie de latas para tener buena suerte. En Tailandia, tocar las campanas en los wats o ser bendecida por un monje budista para tener suerte y tirarme agua bendita con el capullo de una flor de loto para purificar los malos pensamientos.

Porque creer, lo que se dice creer, la mayoria ya no creemos, pero supongo que seguimos siendo un poco supersticiosos. Y por si acaso, seguimos con las costumbres locales (de Espanya) y ayer me tome las 12 uvas aunque sin las campanadas y a una hora aproximada, en una calle de Chiang Mai.