19.11.07

El cartero siempre llama 2 veces...?

A pesar del título de la película, siempre he pensado que el cartero nunca iba a llamar a mi puerta, que o salgo yo a buscar las cosas o solitas no van a venir. Después de un día entero en casa tratando de estudiar, esta firme convicción se está tambaleando, aunque ahora no es el cartero el que llamaría dos veces, sino los/as operadores/as de telemárketing.

A la hora de la comida, llamada de una importante empresa de seguros, preguntando por alguien con mi nombre y mi segundo apellido. Mmmm, pues esa señora no vive aquí. Dos minutos después, llamada otra vez. Pregunto y la importante compañía de seguros es mi compañía (y ellos tienen mi nombre correcto, al menos en todas las facturas). Le digo al operador que revise la información porque el nombre está incorrecto, aunque no le aclaro que en realidad sé que está preguntando por mí. Cuelgo.

A media tarde, una nueva compañía que se instala en Barcelona me regala un purificador de agua Jata, valorado en más de 60 euros. Yo únicamente he de pagar los 8 euros de gastos de envío (tentador, y justo el día que es noticia que un 8% de los ciudadanos de Barcelona beben agua del grifo con una cantidad de trihalometanos, sustancia cancerígena, por encima de los niveles permitidos). Le digo que no me interesa y ante la pregunta de por qué motivo, respondo con una mentira: ya dispongo de una jarra de esas. Aún así, la amable señorita insiste en que si no quiero otra para regalar en Navidad a mi familia. No, no quiero jarra depuradora de agua.

Pasadas las 8, otra llamada, esta vez para ofrecerme la Visa Catalunya. No gracias, no quiero otra tarjeta de crédito. Ya estoy cansada, cuelgo rápidamente.

Y en medio de todo esto, llamada a C. Dos cosillas, ya ha contratado la láser (y posiblemente yo iré detrás, jejejeje) y un amigo de su novio quiere conocerme. Ingeniero, muy alto, 27 años, bien colocado, a punto de independizarse... No, no me interesa, dile que ahora estoy ocupada estudiando.

Quizás me esté equivocando y el telemárketing no esté tan mal. A partir del sábado reflexionaré sobre ello.

14.11.07

Curiosidades

Ayer comí avestruz por primera vez. Simplemente a la plancha, con un pelín de sal. Una carne rica, supongo que a medio camino entre la carne de pollo y el filete de ternera.

Ayer también por primera vez vi un perro rosa por la calle. Todavía no entiendo qué pudo llevar a su dueño a teñir así al pobre perro. Y el perro rosa me ha hecho recordar que este verano vi un perro con gafas de sol en Castelldefels. Es en estos momentos en los que echo de menos no llevar encima mi cámara de fotos (quizás deba plantearme cambiar el móvil por uno con cámara).

5.11.07

Vagancia

Faltan menos de dos meses para finalizar el año. Un año de vagancia, que cada vez se acentúa más, aunque a partir de hoy voy a intentar corregirla.

Este año he tirado muchas horas, no he cumplido ninguno de los objetivos que me había marcado y sigo tan perdida como siempre. Pero no todo ha sido malo. Este año he viajado un montón, he conocido a mucha gente nueva y he reencontrado a amigos de antaño.

Todavía quedan dos meses de año, así que a exprimirlos a partir de ya.

5.10.07

Reencuentros

Definitivamente este es el año de la vuelta al pasado. Personas que tenía completamente olvidadas y que no imaginaba que volvería a ver nunca han regresado a mi vida. No eran personas excesivamente cercanas, pero al volverlas a ver, al hablar con ellas de nuevo, parece que existe una conexión invisible que te hace sentir cómodo. A pesar del montón de cosas por contar debido a los muchos años sin vernos, no has de dar explicaciones, no debes justificarte, no necesitas poner en antecedentes...

Me están gustando estos reencuentros y creo que es porque me hacen sentir que algo bueno quedó de todos mis años anteriores. Y cuando luego recibes un sms que te dice: m’ha agradat molt veure’t, entonces el reencuentro ya es perfecto.

24.9.07

Bueno para el michelín

Hoy he intentado apañar tres planes para cenar y los tres han resultado fallidos: D me ha dicho que volvía de Sitges y que tenía que organizarse y poner lavadoras (he visto excusas mejores). S me ha dicho que todavía estaba fuera (y el miércoles me dijo que hoy trabajaba, aquí huele a chamusquina). MS me ha dicho que estaba malito en cama (y viniendo de él, sí que me lo creo).

Total, que he acabado cenando un gazpacho con melón, y aunque no haya tenido buena compañía, al menos la cena ha sido buena para el michelín (o debería decir contra el michelín, nunca estoy segura...)

23.9.07

Adiós veranito

Es 23 de septiembre y por la radio han dicho que hoy empezaba el otoño. Es raro, cuando yo estudiaba de pequeñita las estaciones siempre cambiaban el día 21 (de septiembre, de diciembre, de marzo y de junio). Ahora el cambio de estación es un poco como la Semana Santa, nunca sabes cuando toca.

Acabó el verano, pero yo todavía no he cambiado el chip. Me costó que mi cuerpo se habituara al nuevo horario después de las vacaciones y también que aceptara la comida de aquí sin rechistar. Más me está costando habituarme a hacer un horario y no dejármelo todo para un luego que nunca llega.

En este impás veraniego se han quedado muchos posts por escribir. Quizás vuelva a ellos algún día. De momento, un saludo de nuevo.

4.8.07

Sí, quiero (Addictions, vol 4, creo)


¿Realmente deseas eliminar a esta persona? Sí quiero: eliminarla del messenger, eliminarla de mi vida, eliminarla de mi cabeza...

Por enésima vez, elimino a mi chati de internet. Esta vez no es por despecho ni porque crea que no viéndolo se me va a pasar. Esta vez es porque me he dado cuenta que soy una adicta, que jamás conseguiré lo que quiero de él y que seguir así puede ser peligroso para mí (y no sólo psicológicamente).

Como intento hacer con todo lo que vivo, me quedaré con lo bueno (porque cosas buenas también han habido) e intentaré aprender de lo malo sin que me quede un regusto amargo.

Espero que esta vez mi decisión no tenga vuelta atrás. Al fin y al cabo, mi lema en la universidad era yo puedo, y si entonces pude, ahora puedo el doble. Y como decían mis amados Duran Duran: I don't want your love, to break me down, I don't want your love.

31.7.07

Dónde y con quién

Fin de semana movidito. El viernes cena con D, y retorno a mis dos locales favoritos, después de más de un año (quizás dos). En el primero habían hecho reformas, pero sólo en el interior. La música, tan buena como la de siempre. En el segundo, todo igual a como lo recordaba.

El sábado, cena con C, y descubrimiento de dos locales en Castelldefels. La música bastante buena en los dos (en el segundo incluso sonó el Notorious de Duran Duran).

En los dos días, buena compañía, buena conversación y risas. Sin embargo, una gran diferencia. Con D, no puedo decir qué tipo de gente había a mi alrededor, si los tíos me miraban, si las tías iban muy pasadas, únicamente la sensación que no estaba en un parvulario. Con C, todo lo contrario. Las dos extremadamente conscientes de la gente a nuestro alrededor. Cómo se pavoneaban los tíos, los modelitos horribles de muchas, los grupillos de gallinas divorciadas rondando los 40 (su visión me aterroriza, hace que me pregunte si yo también tengo ese aspecto y que me replantee si quiero volver a salir por la noche).

Hasta ahora, nunca me había fijado en cómo se cierra nuestro campo de visión cuando estás con determinadas personas. Curioso y, después de reflexionarlo, creo que también peligroso.

23.7.07

Crónica de una muerte anunciada

Desde el principio me pregunté cómo acabaría mi relación con I. Ahora ya lo sé. Ayer perdí los nervios y hoy me ha dicho que mejor que nos estemos una temporada sin hablarnos. Técnicamente nuestra amistad no ha terminado, pero supongo que esa temporada se alargará hasta el fin de los días.

Yo fui la que contacté con I, y a pesar de que me lo ha preguntado muchas veces, nunca le he dicho cuál fue el verdadero motivo. Estuve tentada de decírselo, pero por miedo a que dejara de hablar conmigo no lo hice. Luego decidí que no importaba, que lo único importante era nuestra amistad.

Lo de ayer tampoco fue tan grave, pero supongo que I se ha dado cuenta antes que yo de que quizás dependo demasiado de él, o quizás él se haya dado cuenta de que depende demasiado de mí y que, de seguir así, a lo mejor nos hacíamos imprescindibles el uno para el otro. Siempre separados por la distancia, pero siempre juntos, y tan juntos que no podemos avanzar hacia ningún lado.

I, te echaré de menos. Intentaré no estar triste, aunque ya estoy comprobando lo difícil que resulta. Quizás nos reencontremos en el 2039.

20.7.07

Sopa de ideas (2)

Otra vez se me han acumulado los temas para el blog. Voy pensando en uno, y cuando todavía no está maduro, me sucede o se me ocurre algo que deja obsoleto lo anterior. Los recojo todos hoy, porque no van a crecer más y tenerlos rondando en la cabeza no me deja concentrarme.

Regalos

El domingo estaba en la playa con mi amiga C, y hablando de tíos (como no), me dijo lo agradable que era que te regalaran la oreja. Tienes razón, le dije yo, el martes fui a hacerme unas gafas nuevas y la vendedora de la óptica me dijo que tenía unos rasgos perfectos y que podía usar cualquier tipo de gafas, que todas me quedarían bien. Se nota que quería venderme algo extremado. Entonces, va C y me suelta que ella siempre me había considerado de las más guapas de la clase (C y yo fuimos juntas al cole desde los 6 a los 14 años). Vaya, en mi imaginación siempre me había gustado ser la guapa, pero estaba convencida de que eso no era así. Estos últimos días han sido buenos en regalos para mis oídos, el martes D me dijo que tenía unas piernas bonitas y la semana anterior que le resultaba altamente atrazztiva, y al poner la foto del piercing nuevo que me compré, mi ombligo ha recibido numerosos piropos.


Referencias

Hoy volvía a hablar con C, esta vez por msn, y cuando le digo que el miércoles por la mañana me quedé un poco descolocada, porque al despedirme de D me dio un abrazo, ella me dice que le parecía muy tierno, que eso denotaba que era cariñoso, como ella. Yo lo había interpretado como un estuvo bien, pero aquí se acabó todo. Es curioso como cada uno interpreta pequeños gestos en función de sus referencias. El tiempo dirá quien de las dos estaba en lo cierto.


Norte

Hoy he ido a buscar la brújula que tenía pedida con los puntos de la Caixa. Quizás ahora ya pueda enderezar mi camino y no ir tan perdida por la vida. Aunque quizás la brújula sólo me confirme que voy dando tumbos sin ton ni son. Eso sí, no debe ser fácil utilizarla, porque viene con manual de instrucciones y todo.


Imprescindibles...

Últimamente he estado en casa de 2 personas que no tenían microondas, lo cual me ha sorprendido grandemente. El microondas no es mi electrodoméstico favorito, pero lo encuentro tan sumamente práctico que una cocina sin microondas me parece una cocina desnuda. Mi pregunta invariable cuando detecto la falta de micro: ¿pero tú dónde calientas la leche?. Evidentemente, en el cazo de la leche, pero es que hace tantos años que no dispongo de uno que nunca caigo.

14.7.07

A veces... (Addictions vol. 3)

A veces me olvido que lo nuestro no puede ser. Hablamos, y a pesar de que no me creo que vayas a venir tal como me prometes, tal y como me has prometido mil veces ya, mi corazón se encoge y mi cabeza se dispara. Me haces soñar con el futuro y por eso me gustas.

También me dijiste, como me dicen todos, que no puedes ser mi pareja. Me dices que no podría aguantarte ni dos semanas. Yo te contesto que seguramente tú no me aguantarías a mí ni dos días. Pero aún así, en mi cabeza estás tú.

Luego me dices lo mucho que te gusto, cuanto deseas estar conmigo, que la semana que viene sin falta lo consigues, y que si me apetece decirte algo que te llame, te envíe un sms o te escriba un e-mail. Y yo te digo que no quiero ser una pesada (pero en realidad pienso que no volveré a someterme a la tortura de que no me cojas el teléfono ni me respondas a lo que te escribo, por eso borré tu número).

A veces me olvido que tú tampoco eres para mí.

12.7.07

Again

Me han vuelto a anular otra cita. Sí, sí, otra vez. S está de acuerdo conmigo en que no es normal. Pero también me ha dicho que quizás es porque los tíos ven en mí una chica fácil, por lo que cualquier otro plan siempre pasa por delante.

Y lo peor de todo es que, otra vez, me había ilusionado de nuevo.

4.7.07

Puaj...

Acabo de volver del gim. Son las 11 de la noche y todavía no he cenado, pero esto debo escribirlo en caliente.

Un sprint para no perder el trasbordo, y como he subido en el vagón del final y mi salida está por la cabeza del metro, he tirado hacia el fondo del vagón. Sólo 2 paradas, así que mi intención es no sentarme, sino apoyar el culo en la barra que hay detrás de los asientos. Como salgo por el lado derecho, me sitúo en ese lado del vagón, tengo la barra para mí sola porque hay muchos asientos vacíos. Delante mío se coloca un chico joven.

Al menos voy de cara, pienso yo, y justo en ese momento me doy cuenta que el tío lleva en la mano una gorra roja. Pero eso no es todo, lleva los pantalones tipo militar desabrochados, se le ven los calzoncillos azules y cuando ya pensaba que jamás entenderé esta moda de ir enseñando los calzoncillos me doy cuenta que el tío también lleva fuera su polla en plena erección, medio tapada por la gorra (mi percepción de toda la situación ha sido mucho más rápida de lo que se tarda en leer la descripción, apenas un segundo o dos).

He optado por sentarme, de espaldas al susodicho, y en el lado izquierdo del vagón (que volvía a ser el derecho, puesto que ahora miraba en sentido contrario al avance del convoy). El exhibicionista, ni corto ni perezoso, se ha cambiado de sitio, colocándose delante mío, justo en diagonal, asegurándome un ángulo perfecto de visión.

Total, que ya me ves dos paradas, mirando hacia el suelo (porque si miraba hacia la vía le veía reflejado en el cristal) y pensando en un camino alternativo a casa que pasara por la comisaría de los mossos, caso de que al tío le diera por seguirme. Afortunadamente, se ha quedado en el vagón y yo he vuelto a casa por la ruta habitual.

Esta no es mi primera experiencia con exhibicionistas de metro, tampoco me asusto demasiado, pero simplemente, no me apetece ver las pollas de los demás porque me lo impongan y me da rabia que coarten mi libertad para dirigir mi mirada allí donde me apetezca.

28.6.07

Placeres 2

Cuando era pequeña en clase nos hicieron dibujar la comida que menos nos gustaba. Yo dibujé una nuez. Las encontraba amargas y, encima, imposibles de abrir sin espachurrarlas completamente.

Hoy, en cambio, las nueces son uno de mis vicios. Me gustan especialmente con queso. En la ensalada con queso fresco, mozzarela o feta. Voy rebuscando entre los vegetales para hacer el bocadito perfecto de nueces con queso. También me las como solas, picoteando entre horas (por cierto, ahora ya las compro sin cáscara).

Pero como más me gustan es con queso tipo filadelfia o con un quesito. Todavía no he podido decidir qué combinación es mi favorita. Si las tomo con filadelfia, uso las nueces como si fueran un biscote y las unto de queso. Si me las como con un quesito, rebozo el quesito de nueces, a modo de crocanti. Simplemente delicioso, aunque luego no me extraña que mi índice de grasa corporal me salga tan alto.

23.6.07

Como Sarah Connor

Ayer fui al gimnasio a que me cambiaran el programa de entrenamiento. Según las recomendaciones, es un programa que debe cambiarse cada dos meses. El mío ya tenía dos años (lo cual dice mucho de mi constancia a la hora de ir al gimnasio, ejem).

El caso es que para cambiarte el programa, primero te hacen un control de seguimiento. Una de las cosas que me midieron es el índice de grasa. Por mucho que se empeñe la gente en verme delgada, las máquinas no mienten, y en este caso me dan la razón: 32% de grasa. Dentro de lo normal, pero para mi edad rozando el larguero y casi a nivel alto (hasta la chica que me hizo la prueba se mostró un poco sorprendida).

Sin embargo, lo que más me gustó ayer fue una de las pruebas de nivel físico que me hicieron con una máquina denominada Gravitón. Te cuelgas de los mangos y tienes que levantar tu cuerpo a pulso. Como eso es muy difícil la máquina te permite usar un contrapeso, que son los quilos que le quitas a tu propio cuerpo. Mientras hacía los ejercicios me sentí como Sarah Connor en la segunda parte de Terminator, haciendo el mismo ejercicio en la pata de una cama mientras está ingresada en el hospital (me parece que es una cama, pero no estoy segura). En esa secuencia a Linda Hamilton se le ven unos brazos preciosos, y siempre me había preguntado si realmente ella era capaz de levantarse a pulso de esa manera. Con el Gravitón ya no hay duda, hasta yo puedo hacerlo.

Por cierto, ya es verano.

20.6.07

Pollo al curry

Mañana es miércoles. Toca comer pollo o carne. Tengo el congelador prácticamente vacío, anticipando las vacaciones de agosto. He ido consumiendo todo lo demás, esperando que algún día me llamaras y me dijeras: hoy voy a cenar.

Mañana me comeré una de las dos raciones que estaba guardando para nuestra cena. La semana que viene caerá la otra. Tienes 7 días para decidirte, aunque ahora sólo será una degustación.

Supongo que pasará tiempo antes de que me vuelva a decidir a cocinar, así que aquí dejo la receta (para 4 personas), tal y como la cocino yo, por si alguien se anima


Ingredientes
  • 1 kg de pollo cortado a trocitos
  • 5 cucharadas de café con leche bien llenas de curry
  • Aceite
  • 4 cebollas medianas cortadas finas
  • 4 tomates medianos pelados y cortados a trozos
  • 2 tazas de agua
  • 1 cucharada de café con leche de jengibre
  • 2 dientes de ajo cortados finos
  • sal
  • arroz (1/2 taza por persona)

Receta

Sofreír la cebolla hasta que esté dorada. Añadir el ajo y el jengibre y seguir sofriendo unos 3-4 minutos. Añadir el curry y los tomates troceados y continuar con el sofrito hasta que el tomate esté hecho.

Salar el pollo, añadirlo a la salsa y freír durante 3-4 minutos. Añadir el agua y cocer a fuego vivo mínimo 20 minutos, pero en realidad hasta que se evapore el agua y quede una salsa espesa.

Servir con el arroz hervido (mejor basmati)

16.6.07

Engaños

Acabo de hablar con mi amigo I. Me gusta hablar con I porque me hace reflexionar. Ahora estoy pensando en que posiblemente me engaño a mí misma. La cuestión es que todavía no veo qué gano haciendo eso. Creo que tengo claras algunas cosas, pero posiblemente también eso sea un engaño.

Lo que estoy descubriendo es que la gente ve cosas en mí que yo no imagino que estoy transmitiendo. Entonces pienso en que el problema es que no exteriorizo bien mis sentimientos. Pero quizás eso sea un engaño también. ¿Y si exteriorizo perfectamente y el problema es que yo no reconozco lo que siento?

Tengo disociadas mi parte racional y mi parte emocional y encima no sé lo que quiero. Pienso demasiado. Siento en exceso. Montaña rusa. Mi cabeza está llena de preguntas, mis ojos llenos de lágrimas y siempre me vienen a la cabeza los cuentos infantiles. El tercer cerdito construyó su casa de ladrillo y ésta fue la única que aguantó la tormenta.

Quizás sea hora de volver a coger la paleta y el capazo y reconstruir la muralla en ruinas, aunque eso signifique que el sol ya no se cuele entre los cascotes. Quizás mejor coger el pico y derribar lo poco que todavía queda en pie. Seguro que hay una tercera opción y ésa es la adecuada.

Dr. Strangelove hoy me diría que estoy plasmando demasiado en mis posts. Tiene razón. IV me dice que explicar las cosas, verbalizarlas, ayuda a relativizar los problemas, pero también dice que explicarlo a alguien hace que se sienta comprendida. Por eso no es suficiente escribirlo, hay que colgarlo. Yo todavía no sé si escribir y publicar me ayuda o no. Creo que al menos no me hace daño, pero de eso tampoco estoy segura.

15.6.07

Sopa de ideas

Normalmente, de camino al metro, voy pensando en el próximo post que escribiré. El metro está cerca de mi casa y no cojo el metro todos los días, así que únicamente me da tiempo a pensar en un título y, como mucho, en el primer párrafo. Cuando llego a casa me da pereza ponerme a escribir, así que la mayoría de mis posts mueren al final de ese par de cientos de metros, en cuanto desvío mi atención a la búsqueda de la tarjeta dentro del bolso.

Hoy, sin embargo, quiero recoger dos ideas que se me han ocurrido esta semana. En la ducha estos días estoy escuchando a los Duran Duran. Siguen encantándome y esta vez me ha gustado especialmente I don’t want your love... to break me down. El título del post hubiera sido Escucha selectiva y como subtítulo podría haber añadido Addictions vol. 3 (al fin y al cabo yo conozco a Robert Palmer porque fue el cantante de Power Station, un spin off de los Duran Duran). Ya sabes, aunque nunca leas esto, I don’t want your love (¿o sí?).

El segundo post se hubiera titulado Envidia. La verdad es que me gustaría inspirar a alguien cosas tan bonitas como las que a veces escribe Confin (y qué narices, no sólo inspirarlas, sino que me las escribieran y que todo el mundo supiera que se refieren a mí).

Y por cierto, escribir este post también se me ocurrió de camino al metro. Y como título estuve barajando usar Miscelánea de pensamientos en honor a Pauli (porque ella lo vale), pero no me gustaba el “de” (tengo un libro que se llama Miscelánea matemática, y así sí que me gusta, pero no se me ocurre cómo derivar un adjetivo que signifique “de pensamientos”).

12.6.07

No puedo...

El otro día, cenando en Londres con un amigo, va y me suelta: No puedo ser tu novio. Me hubiera gustado poder ser cariñoso contigo, presentarte a mis amigos como mi novia, pero no puedo. No eres el tipo de chica que me atrae.

Tú tampoco eres el tipo de tío que me atrae, y, además, yo no quiero ser tu novia.

La conversación siguió en un estira y arronsa, hasta que al final prácticamente le dije: pues si no te gusto, es tu problema y te jodes. Yo he venido a Londres a visitar la ciudad y no a liarme contigo.

S me ha dicho que no había ninguna necesidad de que me dijera eso, que fue cruel por su parte. Como S me conoce bien, me ha preguntado qué es lo que dije que pudo hacer que él intentara vengarse soltándome esas cosas. Yo tengo otra teoría, en realidad sí le gusto, pero como sabe que yo no querría ser su pareja, dice esas cosas en voz alta, para convencerse él mismo (mi versión me gusta más, evidentemente, aunque seguro que tampoco es la correcta).

Lo que sí me confirmó mi amigo sevillano de Londres es que algo tengo que pone nerviosos a los hombres. Posiblemente el escote, jajajaja.

11.6.07

Repetida

Me resulta curioso que hayan otras personas que se llaman como yo. Si pongo mi nombre y primer apellido entre comillas en el google aparecen miles de páginas, 11.000 para ser exactos. Yo no aparezco hasta la tercera página (he mejorado, la última vez que lo hice me cansé antes de llegar a mi site).

Lo curioso es que algunas de estas mujeres tienen hasta mi misma titulación y se dedican a cosas parecidas a las que yo hago. También hay una psicóloga y una artista. Y el otro día, una de mis compañeras de viaje de verano me dijo que una colega médico suya se llamaba como yo. Geográficamente hablando, estamos repartidas por todo el planeta.

A veces pienso si todas las personas con el mismo nombre no somos más que diferentes facetas de un mismo yo. En cierto modo, tener un nombre tan común me hace sentir que he perdido un poco de mi individualidad, pero entonces busco mi nombre con mis dos apellidos y entonces sí, aparece una única referencia y ésa soy yo. No es la mejor referencia, pero menos da una piedra.

8.6.07

No tengo las respuestas

Hoy he hablado con uno de mis amigos virtuales (amigos con los que básicamente me relaciono a través de msn). Por lo que parece, está pasando una mala racha (trabajo, vivienda, amores...). Esta vez ha sido él quien ha iniciado la conversación (normalmente suelo hacerlo yo).

Me ha dado la impresión que buscaba un apoyo. Como siempre, yo he intentado racionalizar el problema, buscar soluciones posibles, pero a todo lo que yo proponía le veía pegas. Al final creo que incluso se ha molestado conmigo, aunque se ha dado cuenta de que no era justo. Le he dicho que me hubiera gustado ayudarle, pero que entendía que ese mal trago debía pasarlo solo. Dos horas después, al ver que yo no salía me ha dicho que hoy él no era buena compañía y que, como mucho, saldría a emborracharse.

Últimamente me duele que la gente a mi alrededor lo pase mal, que yo no pueda ayudarles. Creo que nadie lo espera, nadie excepto yo. Aunque en realidad me temo que no he cambiado y sigo tan egoísta como siempre, simplemente lo que me duele es mi impotencia y mi incapacidad para solucionar problemas (propios o ajenos).

29.5.07

Tigre y ratón

El sábado pasado, a las dos de la madrugada, iba caminando por una calle desierta que no había pisado en mi vida y lo vi: un pequeño ratón subió por la pared del bloque de su casa, para esconderse detrás del rótulo luminoso. No sabía que los ratones subían paredes, pero de repente mi sexto piso ya no me pareció un lugar a prueba de ratones.

Quizás no fuera su bloque, sino el anterior, y quizás no fuera un ratón, sino una lagartija, pero me dio la impresión de estar en una película subrealista, con un toque a lo Tigre y Dragón o a lo Matrix, con paseos imposibles por las paredes.

Dice Confin que los gatos están desapareciendo. Quizás por eso los ratones escalan paredes.

18.5.07

No me acostumbro a que me dejen plantada (o a que me cancelen los planes, puesto que avisen o no, el resultado es el mismo).

Primero me invade un sentimiento de rabia (plantón otra vez, no me lo puedo creer). Luego, llega la tristeza, algunas veces las lágrimas, y la promesa de que no dejaré que vuelva a afectarme así, que como en el cuento de los tres cerditos, esta vez levantaré un muro de sólido ladrillo que me proteja de cualquier tormenta.

Y sonando de fondo, la misma pregunta de siempre: What’s wrong with me? (y no sé por qué, esta pregunta siempre me resuena en inglés).

12.5.07

Placeres

Las fresas con nata están bien. Con yogur natural (sobretodo griego) también. Pero las fresas con leche condensada son algo realmente tremendo, un placer para el paladar. Además, si tenéis más de 30, el sabor os llevará directos a los años de vuestra infancia, cuando le dabais un lingotazo a escondidas al bote de leche condensada.

Simplemente delicioso (permitido rebañar el plato con la lengua).

8.5.07

Pescando tiburones

Tengo que leer Moby Dick. Creo que soy como el capitán Ahab, persigo algo que sé que me va a destruir (la diferencia, por lo que parece, es que yo al menos no arrastro a nadie a la ruina con mi obsesión).

Hay noches en las que dejo mis aparejos de pesca tendidos. Si tengo suerte algunos peces pican, pero como estoy durmiendo, ni me entero, se sueltan y por la mañana es como si no hubiera pasado nada.

Otras noches también pica Moby Dick, aunque para mí, más que una ballena blanca, es el tiburón que me arrancó el corazón. A veces, incluso, despierto de mi sueño intranquilo de pura casualidad, salgo de la cama, le veo mordiendo el anzuelo y me enfrento a él, siempre para perder.

La batalla está perdida de antemano, pero en mi cabeza le doy mil vueltas, imagino todas las variantes, incluso salgo vencedora. Simplemente, todavía no entiendo por qué me levanto y vuelvo al ring en lugar de salir corriendo para siempre. Quizá la lectura de un clásico me ayude, pero sólo quizás.

6.5.07

Preguntas

A mi amiga M un chico que conocimos en Sevilla en Feria le ha pedido para salir. Lo de chico es un decir (38 tacos se gasta el tío).

Yo me pensé que esto de preguntar a una chica si quiere salir contigo ya no se llevaba. M me ha confirmado que no le había pasado desde los 16 (y de eso ya ha llovido mucho).

Por un lado está bien, te evitas malentendidos, el tío ha enseñado sus cartas totalmente. Por otro, te deja poco margen de acción para descubrir si el otro te gusta y dejarlo en caso negativo sin que eso suponga una ruptura (puesto que no había relación). Para mí, tan horroroso como cuando alguien te pregunta si te puede besar. Si quiere un beso, que se tire a la piscina y te lo robe.

1.5.07

Feria


La semana pasada estuve en la Feria de Abril de Sevilla. Para mi gusto demasiado alcohol (y encima del que no me gusta: finos, manzanilla y rebujito, que a pesar de ser vinos blancos, son secos).

Eso sí, merece la pena ver el ambiente, sobre todo si puedes entrar a las casetas privadas. Y si encima vas con el traje de flamenca y hasta te paran por la calle para hacerte fotos, pues mejor que mejor.

Creo que el año que viene no volveré.

19.4.07

Aburrimiento

A veces ves a una persona y no sabes qué decirle. Quieres hablar con ella, pero la conversación no fluye. Tus intentos se vuelven vanos y te da la impresión que la estás aburriendo, que ya has perdido la chispa, que pronto te pondrá en la lista de no admitidos.

Y entonces te dice que se va a ver la tele y que se acuesta en media hora. Y te prometes que la próxima vez esperarás a que sea ella la que te diga algo, la que dé el primer paso. Quizás ese sea el inicio del fin de una historia que en realidad nunca empezó.

7.4.07

Días

Hay días, como hoy, en los que te dejas caer al fondo del barranco. Empiezas animada, con muchos planes (trabajaré un rato, iré a la piscina, pasaré por general óptica y por el hipercor, compraré los pepinillos y las cebolletas para la ensalada y entraré en la biblioteca a buscar una guía de Mongolia....). Luego, van pasando las horas, y sí, has trabajado (pero todavía te queda mucho para acabar) e incluso te has hecho una mascarilla, pero hasta ahí todo.

Ahora ya han cerrado la piscina, todavía vas con el pijama y llevas la mayor parte del día enganchada al solitario. Creo que son las hormonas, pero posiblemente esa explicación no es más que una excusa.

Quizás es el momento de agarrarse a una rama y salir del hoyo. Al menos ahora has dejado de jugar por un momento.

20.3.07

Addictions Vol. 2

Me gusta verte conectado. Saber que estás al otro lado de los cables. Aunque no me veas, aunque no hablemos. Compartes tiempo conmigo, aunque no lugar.

Ahora acabo de verte. El corazón me ha dado un vuelco y la mano ha estado tentada de introducir mi nombre de usuario y la contraseña para conectarme, para que vieras que estaba conectada y que sabía que estabas ahí.

Pero de momento estoy resistiendo. Ya llevo tres semanas enteritas sin decirte nada. Espero (deseo) que te desvanezcas pronto. Sin embargo, todavía me gusta verte conectado.

17.3.07

Obsolescencia

El tiempo pasa, pero a veces es difícil darse cuenta. Cumples años, pero te miras al espejo y te ves más o menos igual. Sin embargo, hay otras señales.

Como yo no me relaciono normalmente con niños pequeños, no me doy cuenta de lo rápido que crecen (es decir, de lo rápido que pasa el tiempo). Ahora, quien me avisa de que ya han pasado unos cuantos años es mi ordenador de sobremesa. Todavía tiene instalado Windows 2000 (el ordenador es más nuevo, pero desde que me quedé sin informático en casa me da pánico cambiar el sistema operativo y arriesgarme a perder todos los datos).

Total, que con Windows 2000 no me puedo instalar la versión nueva de Msn y no veo los mensajes off-line, tampoco puedo actualizar mi página Web, pues la nueva versión del SmartFTP no me funciona (y al bajármela machaqué la antigua porque le ponen el mismo nombre) y ahora, por si fuera poco, tampoco puedo actualizar este blog, pues la página se me queda colgada.

La solución está en conectarme a internet desde el portátil que utilizo para trabajar (con Windows XP), traspasar los archivos por Bluetooth y dedicar 10 minutos a todas estas actualizaciones. Supongo que pronto me armaré de valor y actualizaré Windows 2000 (quizás cuando sepa seguro si Windows Vista me permitirá hacer copias de mi música y de mis películas favoritas).

2.2.07

Resurrección


La Flor de Pascua que compré para Navidad no me duró ni hasta Fin de Año. Sus hojas fueron cayendo una a una. Suicidio, pensé yo. La había regado tal y como decían las instrucciones y la mantenía en un lugar soleado y a temperatura superior a 18 ºC. Eso sí, nunca le dije nada. No hablo con las plantas.

Total, sin hojas y con sólo tres tronquitos me olvidé de ella. Seguía estando en la estantería, esperando a que me deshiciera de ella. Hoy, sin embargo, mientras doblaba la ropa limpia me he fijado que han brotado nuevas hojas. Todavía son pequeñas, pero definitivamente, son hojas.

¿Significa esto que la planta vivirá o son sólo los últimos estertores antes del abandono definitivo? Por si acaso, la he vuelto a regar (espero no haberla ahogado), pero sigo sin tener nada que decirle.

30.1.07

Addictions Vol. 1

Ayer caí. Me arrepentí al instante, pero ya era demasiado tarde. En realidad hace días que me lo venía buscando. Hoy, de vuelta a la casilla de salida. A ver cuánto aguanto esta vez.

Como cantaba Robert Palmer: you’re simply irrisistible

28.1.07

Recuerdos

Cuando era pequeña, en la peluquería de mi abuela, para que me entretuviera me daban un listín telefónico. Uno con las páginas azules o bien las páginas amarillas. Yo contaba las páginas y me sorprendía que no coincidiera el número que yo contaba con el que aparecía en la esquina de arriba (en el listín azul, las páginas pares e impares, en el amarillo, el número de la categoría del primer servicio que aparecía en la página). Las clientas se sorprendían que yo estuviera allí, tan quietecita, simplemente contando las páginas de un listín.

También me gustaba jugar con los rulos y bigudíes, los ordenaba por tamaños, formas y colores y los colocaba en los diferentes estantes del carrito, que a su vez estaban divididos en parcelas más pequeñas. A casa podía llevarme las cajas de cartón con los separadores. Las podías desmontar y descubrías que una especie de E’s encajaban para formar una celosía, que se aguantaba sin necesidad de pegamento (en aquella época, sin embargo, no sabía lo que eran las celosías).

Y de todo esto me he acordado mientras hacía los deberes de inglés. Qué cosas tiene la mente.

17.1.07

Sensaciones repetidas

Hoy tengo una sensación que hacía mucho no experimentaba, una sensación desagradable, como de vacío o de impotencia. Hoy has estado conmigo, pero no sé por qué siento que nunca serás mío.

La sensación me ha golpeado al quedarme sola, como la otra vez. Aquella vez me quedé llorando en la puerta. Hoy simplemente he decidido no ir de rebajas. Supongo que acabaré llenando el vacío con un plato caliente (mañana ya iré al gimnasio a quemarlo).

5.1.07

Sonrisa tonta

Este año he vuelto a poner por escrito los objetivos que quiero conseguir. Entre ellos está el de ir al gimnasio o hacer ejercicio una media de tres días por semana. De momento, en lo que llevamos de la primera semana del año, ya he ido 4 veces, con lo que este objetivo de momento lo estoy cumpliendo.

Ayer, en el gimnasio, mientras corría en la elíptica, se puso en la cinta de correr de enfrente un tío súper-cañón. Buen cuerpo, moreno y bastante majo de cara (reconozco que no llevaba ni las gafas ni las lentillas, por lo que puede ser que esté exagerando). En fin, el caso es que desde que me fijé en él no pude evitar que se me fuera escapando la sonrisa tonta mientras seguía corriendo.

Intenté que no se me notara que estaba mirándole, distrayendo la vista hacia los televisores del fondo, pero de vez en cuando, mi mirada volvía a él. Me fijé que él también hacia ejercicio con cara sonriente, supongo que porque debe saber el efecto que causa.

No hubo miraditas (gracias al cielo, porque soy fatal en eso) ni conato de acercamiento por su parte, y en cuanto acabó de correr ya no volví a verlo más, pero fue uno de aquellos días en los que ir al gimnasio te deja con ganas de volver (a pesar de que al día siguiente te duela todo el cuerpo).