28.6.07

Placeres 2

Cuando era pequeña en clase nos hicieron dibujar la comida que menos nos gustaba. Yo dibujé una nuez. Las encontraba amargas y, encima, imposibles de abrir sin espachurrarlas completamente.

Hoy, en cambio, las nueces son uno de mis vicios. Me gustan especialmente con queso. En la ensalada con queso fresco, mozzarela o feta. Voy rebuscando entre los vegetales para hacer el bocadito perfecto de nueces con queso. También me las como solas, picoteando entre horas (por cierto, ahora ya las compro sin cáscara).

Pero como más me gustan es con queso tipo filadelfia o con un quesito. Todavía no he podido decidir qué combinación es mi favorita. Si las tomo con filadelfia, uso las nueces como si fueran un biscote y las unto de queso. Si me las como con un quesito, rebozo el quesito de nueces, a modo de crocanti. Simplemente delicioso, aunque luego no me extraña que mi índice de grasa corporal me salga tan alto.

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