12.5.07

Placeres

Las fresas con nata están bien. Con yogur natural (sobretodo griego) también. Pero las fresas con leche condensada son algo realmente tremendo, un placer para el paladar. Además, si tenéis más de 30, el sabor os llevará directos a los años de vuestra infancia, cuando le dabais un lingotazo a escondidas al bote de leche condensada.

Simplemente delicioso (permitido rebañar el plato con la lengua).

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