18.5.07

No me acostumbro a que me dejen plantada (o a que me cancelen los planes, puesto que avisen o no, el resultado es el mismo).

Primero me invade un sentimiento de rabia (plantón otra vez, no me lo puedo creer). Luego, llega la tristeza, algunas veces las lágrimas, y la promesa de que no dejaré que vuelva a afectarme así, que como en el cuento de los tres cerditos, esta vez levantaré un muro de sólido ladrillo que me proteja de cualquier tormenta.

Y sonando de fondo, la misma pregunta de siempre: What’s wrong with me? (y no sé por qué, esta pregunta siempre me resuena en inglés).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que sabor tan desagradable dejan los plantones. Primero incredulidad, como se puede ser tan maleducado, luego piensas en una excusa que justifique el plantón y luego...es cierto "what´s wrong with me"
besotes