20.7.07

Sopa de ideas (2)

Otra vez se me han acumulado los temas para el blog. Voy pensando en uno, y cuando todavía no está maduro, me sucede o se me ocurre algo que deja obsoleto lo anterior. Los recojo todos hoy, porque no van a crecer más y tenerlos rondando en la cabeza no me deja concentrarme.

Regalos

El domingo estaba en la playa con mi amiga C, y hablando de tíos (como no), me dijo lo agradable que era que te regalaran la oreja. Tienes razón, le dije yo, el martes fui a hacerme unas gafas nuevas y la vendedora de la óptica me dijo que tenía unos rasgos perfectos y que podía usar cualquier tipo de gafas, que todas me quedarían bien. Se nota que quería venderme algo extremado. Entonces, va C y me suelta que ella siempre me había considerado de las más guapas de la clase (C y yo fuimos juntas al cole desde los 6 a los 14 años). Vaya, en mi imaginación siempre me había gustado ser la guapa, pero estaba convencida de que eso no era así. Estos últimos días han sido buenos en regalos para mis oídos, el martes D me dijo que tenía unas piernas bonitas y la semana anterior que le resultaba altamente atrazztiva, y al poner la foto del piercing nuevo que me compré, mi ombligo ha recibido numerosos piropos.


Referencias

Hoy volvía a hablar con C, esta vez por msn, y cuando le digo que el miércoles por la mañana me quedé un poco descolocada, porque al despedirme de D me dio un abrazo, ella me dice que le parecía muy tierno, que eso denotaba que era cariñoso, como ella. Yo lo había interpretado como un estuvo bien, pero aquí se acabó todo. Es curioso como cada uno interpreta pequeños gestos en función de sus referencias. El tiempo dirá quien de las dos estaba en lo cierto.


Norte

Hoy he ido a buscar la brújula que tenía pedida con los puntos de la Caixa. Quizás ahora ya pueda enderezar mi camino y no ir tan perdida por la vida. Aunque quizás la brújula sólo me confirme que voy dando tumbos sin ton ni son. Eso sí, no debe ser fácil utilizarla, porque viene con manual de instrucciones y todo.


Imprescindibles...

Últimamente he estado en casa de 2 personas que no tenían microondas, lo cual me ha sorprendido grandemente. El microondas no es mi electrodoméstico favorito, pero lo encuentro tan sumamente práctico que una cocina sin microondas me parece una cocina desnuda. Mi pregunta invariable cuando detecto la falta de micro: ¿pero tú dónde calientas la leche?. Evidentemente, en el cazo de la leche, pero es que hace tantos años que no dispongo de uno que nunca caigo.

No hay comentarios: