Sé que a veces la gente que acaba de conocerme se lleva una imagen de mí de chica frívola y sobrada. Mucha gente se queda con esa imagen, principalmente porque no surge la oportunidad de conocernos mejor.
Sin embargo, las cosas no suelen ser lo que parecen, y un examen más detallado dice sí, pero.... Ayer volví a recibir confirmación de ese efecto.
En general, la segunda impresión sobre mí suele gustar mucho más que la primera. Ni soy tan frívola, ni voy tan sobrada, y si bien en ocasiones resulto un poco chocante, con el tiempo la mayoría de gente acaba apreciándome. A veces, sin embargo, también pasa el efecto contrario y después de una primera fase de acercamiento y buen entendimiento, despierto un rechazo directo y total. Què hi farem! Nunca llueve a gusto de todos.
31.3.08
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